Digresión: Plenilunio de la primavera boreal
(…) Nadie sabe qué le ocurrió al procurador de Judea, pero se permitió levantar la mano como protegiéndose del sol, y por debajo de la mano, como si fuera un escudo, dirigió al preso una mirada insinuante.
- Bien –decía–, contéstame: ¿conoces a un tal Judas de Kerioth y qué le has dicho, si es que le has dicho algo, sobre el César?
- Fue así –explicó el preso con disposición–: Anteanoche conocí junto al templo a un joven que dijo ser Judas, de la ciudad de Kerioth. Me invitó a su casa en la Ciudad Baja, y me convidó…
- ¿Un buen hombre? –preguntó Pilatos, y un fuego diabólico brilló en sus ojos.
- Es un hombre muy bueno y curioso –afirmó el preso–. Manifestó un gran interés hacia mis ideas y me recibió muy amablemente…
- Encendió los candiles… –dijo el procurador entre dientes, imitando el tono del preso, mientras sus ojos brillaban.
- Sí siguió Joshuá, algo sorprendido por lo bien informado que estaba el procurador–; solicitó mi opinión sobre el poder político. Esta cuestión le interesaba especialmente.
- Entonces, ¿qué dijiste? –preguntó Pilatos–. ¿O me vas a contestar que has olvidado tus palabras? –pero el tono de Pilatos no expresaba ya esperanza alguna.
- Dije, entre otras cosas –contaba el preso–, que cualquier poder es un acto de violencia contra el hombre y que llegará un día en el que no existirá ni el poder de los césares ni ningún otro. El hombre formará parte del reino de la verdad y la justicia, donde no es necesario ningún poder.
- ¡Sigue!
- Después no dije nada –concluyó el preso–. Llegaron unos hombres, me ataron y me llevaron a la cárcel.
(…)
Mikhail Bulgakov
El maestro y Margarita
(trad. Amaya Lacasa)
- Bien –decía–, contéstame: ¿conoces a un tal Judas de Kerioth y qué le has dicho, si es que le has dicho algo, sobre el César?
- Fue así –explicó el preso con disposición–: Anteanoche conocí junto al templo a un joven que dijo ser Judas, de la ciudad de Kerioth. Me invitó a su casa en la Ciudad Baja, y me convidó…
- ¿Un buen hombre? –preguntó Pilatos, y un fuego diabólico brilló en sus ojos.
- Es un hombre muy bueno y curioso –afirmó el preso–. Manifestó un gran interés hacia mis ideas y me recibió muy amablemente…
- Encendió los candiles… –dijo el procurador entre dientes, imitando el tono del preso, mientras sus ojos brillaban.
- Sí siguió Joshuá, algo sorprendido por lo bien informado que estaba el procurador–; solicitó mi opinión sobre el poder político. Esta cuestión le interesaba especialmente.
- Entonces, ¿qué dijiste? –preguntó Pilatos–. ¿O me vas a contestar que has olvidado tus palabras? –pero el tono de Pilatos no expresaba ya esperanza alguna.
- Dije, entre otras cosas –contaba el preso–, que cualquier poder es un acto de violencia contra el hombre y que llegará un día en el que no existirá ni el poder de los césares ni ningún otro. El hombre formará parte del reino de la verdad y la justicia, donde no es necesario ningún poder.
- ¡Sigue!
- Después no dije nada –concluyó el preso–. Llegaron unos hombres, me ataron y me llevaron a la cárcel.
(…)
Mikhail Bulgakov
El maestro y Margarita
(trad. Amaya Lacasa)
Excelente texto .Una parábola acerca del poder y sus desviaciones,escrito bajo el stalinismo ,fue un milagro que su autor no terminase en Siberia , acusado de espía yanki , trotskista o anarquista contrarrevolucionario.En verdad, históricamente siempre se carga las tintas en acusar a Pilatos de la muerte de Cristo olvidando a los rabinos fariseos y a la gente enfervorizada ,ante la cuál Pilatos planteó el dilema liberar a Cristo o Barrabás , y ésta decidió por EL ÚLTIMO .El pueblo judío esperaba al Mesías y aún lo siguen esperando un líder religioso -político ,que lo liberase del yugo romano .En los 70 siendo ateo , pero libre del fanatismo anticatólico ,pregunte a un sacerdote c,ompaniero frenteamplista ,que quiso decir Jesús cuando dijo "dad al César lo que es del César y a"Dios lo que es de Dios ,mi reino no es de este mundo".El sacerdote lo interpretó así , antes que los romanos sometiesen a los judíos ,éstos eran colonia griego y muchos judíos, aplaudieron cuando los romanos cuando desplazaron a los griegos la dominación colonial.
ResponderEliminarLucas 23:13-25
“Entonces Pilato, convocando a los principales sacerdotes, a los gobernantes, y al pueblo, les dijo: Me habéis presentado a éste como un hombre que perturba al pueblo; pero habiéndole interrogado yo delante de vosotros, no he hallado en este hombre delito alguno de aquellos de que le acusáis. Y ni aun Herodes, porque os remití a él; y he aquí, nada digno de muerte ha hecho este hombre. Le soltaré, pues, después de castigarle. Y tenía necesidad de soltarles uno en cada fiesta. Mas toda la multitud dio voces a una, diciendo: Fuera con éste, y ¡suéltanos a Barrabás! Este había sido echado en la cárcel por sedición en la ciudad, y por un homicidio. Les habló otra vez Pilato, queriendo soltar a Jesús; pero ellos volvieron a dar voces, diciendo: ¡Crucifícale, crucifícale! Él les dijo por tercera vez: ¿Pues qué mal ha hecho éste? Ningún delito digno de muerte he hallado en él; le castigaré, pues, y le soltaré. Mas ellos instaban a grandes voces, pidiendo que fuese crucificado. Y las voces de ellos y de los principales sacerdotes prevalecieron. Entonces Pilato sentenció que se hiciese lo que ellos pedían; y les soltó a aquel que había sido echado en la cárcel por sedición y homicidio, a quien habían pedido; y entregó a Jesús a la voluntad de ellos.”
Jesús fue entregado para ser crucificado y Barrabás ¡fue puesto en libertad! El inocente fue a la cruz en lugar del culpable. Pero como quiera, ¿quién es ese Barrabás? Te voy a decir. Es tu y yo. En la persona de Barrabás estamos todos nosotros. Todos nosotros los que “hemos pecado y estamos destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:23). Todos nosotros fuimos condenados. Todos nosotros nos merecíamos ir a la cruz y estábamos destinados al lago de fuego. Pero aquí viene Jesucristo, el inocente cordero, el cordero de Dios y el que toma el lugar de Barrabás. Barrabás quedó libre. Tu y yo fuimos puesto en libertad y ahora ¡somos libres! Ve como la Palabra lo describe en Efesios 2:1-10:
Romanos 10:9-10
“que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.”
No vas a ser salvo por las obras buenas que hagas, sino por la fe en el Señor Jesucristo y Su resurrección. Y así como Él salvó la vida de Barrabás de la muerte de cruz, así como salvó mi vida y billones de otras vidas de estar muertos en pecados e iniquidades, también te salvará a ti. No te tardes, ¡entrégale tu vida HOY!
Anastasios Kioulachoglou
Algo tangencialmente alusivo al texto principal https://www.youtube.com/watch?v=sm1jQdFdVUg canción Nieve o Rumbo a Siberia maniana por Agustín Magaldi
ResponderEliminarNieve
Canción
Música: Agustín Magaldi
Letra: Manuel Ferradás Campos
No cantes, hermano, no cantes,
que Moscú está cubierto de nieve
y los lobos aúllan de hambre...
No cantes que Olga no vuelve,
aunque el sol nuevemente ilumine,
aunque siga cayendo la nieve...
Rumbo a Siberia mañana
saldrá la caravana,
¡quién sabe si el sol
querrá iluminar nuestra marcha de horror!
Mientras en Moscú,
mi Olga tal vez a otro amor se entregó
¡No cantes, hermano,
no cantes, por Dios!
Unidos por crueles cadenas,
por la estepa mil leguas haremos
caminando con rumbo a Siberia...
No cantes, que es ruda la helada;
ya Moscú se ha cubierto de nieve
y la nieve ha llegado a mi alma.
Rumbo a Siberia mañana
saldrá la caravana,
¡quién sabe si el sol
querrá iluminar nuestra marcha de horror!
Mientras en Moscú,
mi Olga tal vez a otro amor se entregó...
¡No cantes, hermano,
no cantes, por Dios!
¡Mi Olga!... Olga, Olga... ¡Mi Olga!...